La Conferencia Episcopal de Nicaragua emitió un mensaje este jueves a la población nicaragüense, cuando faltan dos semanas para las votaciones del próximo 7 de noviembre, en el que destacan la necesidad de respetar la institucionalidad y el estado de derecho en el país.
“Como lo hemos expresado en diversas ocasiones, una auténtica democracia es el fruto de la aceptación convencida de los valores la dignidad de toda persona, el respeto a los derechos humanos, la búsqueda del bien común como fin y criterio regulador de la vida política. Si no existe un consenso general de estos valores, se pierde el significado de la democracia y se compromete su estabilidad”, afirman los obispos nicaragüenses.
En esta dirección se pronuncian por un estado de derecho pleno y la realización de verdaderas elecciones en el país “la institucionalidad no es secundaria en un estado democrático el cual solo es posible en un Estado de Derecho, en donde el ejercicio del poder está sujeto a la observancia irrestricta dela ley y se caracteriza por la independencia y separación de los poderes del Estado”.
En tal sentido los obispos consideran de suma importancia la posibilidad de que el pueblo elija libremente a sus autoridades “condiciones básicas e indispensables para el ejercicio de elecciones libres, justas y transparentes”.
En una coyuntura difícil para la iglesia católica, los obispos hacen un llamado para que “cada nicaragüense decida y actúe desde el interior e inviolable dignidad de su conciencia, libremente para hacer lo que considere más justo y conveniente en este momento para Nicaragua”.
El mensaje está firmado por el arzobispo de Managua Leopoldo José Brenes, presidente de la CEN, Carlos Enrique Herrera, vicepresidente de la CEN y Obispo de Jinotega, los Obispos Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, Jorge Solórzano Pérez, obispo de Granada, Sócrates René Sándigo, obispo de León, Marcial Humberto Guzmán, obispo de Juigalpa, Francisco José Tijerino Dávila, obispo de Bluefields, Isidoro del Carmen Mora, obispo de Siuna.
"Cada nicaragüense decida y actúe desde el interior e inviolable dignidad de su conciencia, libremente para hacer lo que considere más justo y conveniente en este momento para Nicaragua”
