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En 2020 el pueblo chileno votó por una reforma constitucional.
En esa ocasión fue el 80 por ciento que dijo SÍ a la nueva constitución, hoy el 62 por ciento dice NO.
Este domingo Chile de forma masiva votó NO a la propuesta de reforma de la Constitución Política de ese país, luego de una jornada en la que participó más del 95 por ciento de la población en edad de votar.
“El pueblo chileno no quedó satisfecho con la propuesta de Constitución y, por ende, ha decidido rechazarla de manera clara en las urnas”, dijo el presidente Gabriel Boric, a través de un mensaje en televisión, al reconocer el resultado adverso de la propuesta, “hacer frente a estos importantes desafíos requerirá prontos ajustes en nuestros equipos de Gobierno, para enfrentar este nuevo período con renovados bríos”, agregó el mandatario.
La ex mandataria Michelle Bachelet, quien apoyaba la Constituyente, dijo que “es un resultado que tenemos que leer con cuidado", dado los resultados contradictorios, con respecto al primer referendum.
En octubre de 2020, el 80 por ciento de la población chilena votó por un cambio de la constitución aprobada por el régimen de Augusto Pinochet, hace 41 años.
Si bien, había consenso en el texto de la constitución, el mismo no logró aglutinar a todos los sectores alrededor de un solo proyecto constitucional que acabara con la carta constitucional de la era Pinochet. El proyecto incluía la denominación de “Estado plurinacional”, el cual planteaba el reconocimiento de todas las poblaciones originarias de Chile, algo que la actual Constitución no contemplaba.
No obstante este reconocimiento no define los mecanismos de aplicación de este postulado, ya que el mismo puede tener diferentes interpretaciones, según afirman constitucionalistas consultados por diferentes medios de comunicación.
Otro de los puntos que implicaría la nueva constitución es el de la igualdad de género, que establecería que las mujeres deberán tener al menos el 50 por ciento de participación en la gestión pública.
Derecho al aborto o derecho a proteger la vida
Por otro lado, la nueva constitución, incluye incorporar el derecho al aborto, el cual fue despenalizado por un tribunal constitucional en 2017.
La propuesta de ley fundamental propuesta reconoce el ejercicio libre, autónomo y no discriminatorio de los derechos sexuales y reproductivos, y plantea que el Estado debe asegurar las condiciones para un embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos, y para una interrupción voluntaria del embarazo.
Uno de los temas espinosos de que aborda la propuesta de nueva constitución es el de la salud y las pensiones, lo cual desató una serie de protestas violentas en 2019, y que además fue el desencadenante para abrir el debate sobre una nueva constituyente.
La constitución actual establece que el Estado debe "contribuir a crear las condiciones sociales" para la realización de las personas, pero le impide participar en cualquier actividad empresarial, a menos que lo autorice la ley, mientras que el nuevo proyecto propugna una mayor incidencia del estado en este aspecto, describiendo a Chile como "estado social y democrático de derecho" que debe proveer bienes y servicios para asegurar los derechos de las personas”.
De hecho, las vías para la reforma constitucional no están agotadas, ya que no hay que perder de vista que en 2020, un abrumador 80 por ciento de la población, mandó a elaborar una nueva Ley Fundamental. Lo que varía ahora será el mecanismo para lograrlo.