Samsung promueve la participación protagónica de la población femenina en sus programas educativos en la región, a fin de incentivar su integración equitativa a la construcción de una sociedad más progresista y más vinculante al bienestar colectivo
El rol participativo de las mujeres en el campo de las ciencias y las nuevas tecnologías dejó de ser una aspiración a una realidad patente.
La celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el 11 de febrero, decretado en el 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es una fecha propicia para alentar el acceso y la mayor participación equitativa de las mujeres y las niñas en los diversos campos científicos, con base en la igualdad de género.
A favor de esta noble y justa causa, Samsung Electronics ha sumado a sus compromisos filantrópicos, iniciativas corporativas que en la región Centroamérica, Caribe y Ecuador, impulsan el rol de las mujeres en el desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones que mejoran la calidad de vida de la humanidad. Vale destacar que en los programas que ejecuta el gigante tecnológico surcoreano en estos países, la cantidad de mujeres y niñas representan 48% del total de beneficiarios participantes.
Ellas participan y ganan
En el 2021, María Guadalupe Bonilla Acosta, joven dominicana de 18 años, vivió una experiencia en la que demostró sus habilidades en el área científica y su capacidad para hacer equipo. Ese año compitió, junto a cuatro compañeros de clase, en uno de los programas de más impacto positivo de Samsung Electronics a nivel global, Solve for Tomorrow. Su equipo se midió con grupos de otros siete países latinoamericanos y logró alzarse con el primer lugar en la edición a nivel regional en República Dominicana. “Fue una experiencia realmente gratificante, pues incentivó en nosotros el valor del trabajo en equipo y siento que, si pudiera volver a participar, lo haría”, expresó Bonilla.
Actualmente estudia Ingeniería Mecánica en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo y destaca la importancia que tuvo su vida haber participado en este programa. Afirma que aprendió sobre dispositivos que capturan energía mecánica y la conversión de energía mecánica a eléctrica. “Haber ganado a nivel regional me enseñó que los esfuerzos valen la pena. Fueron varios meses de arduo trabajo, pero al final logramos que nuestro proyecto obtuviese éxito”, recalcó.
Lupe, como la llaman sus amigos, tiene una visión optimista sobre el rol de las mujeres en el área tecnológica.
“Es notorio que hoy tenemos más acceso a la tecnología que en el pasado, y hay más presencia de mujeres en carreras técnicas, como la que yo estudio”.
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