El 80 por ciento de los niños en edad de terminar la primara en América Latina y El Caribe, no pueden comprender un texto simple
La crisis se profundiza para los sectores más pobres de la sociedad
GirosNi Educación
La pandemia del Covid 19 del 2020 provocó en el mundo la peor crisis de la educación en la historia según informe “The State of Global Learning Poverty: 2022 Update” (La situación de la pobreza de aprendizajes mundial: Actualización de 2022), elaborado en conjunto del Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Ministerio de Relaciones Exteriores, del Commonwealth y de Desarrollo (FCDO) del Reino Unido, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación Bill y Melinda Gates.
De acuerdo con el informe, la pobreza de aprendizajes se incrementó en un tercio en los países de ingreso bajo y mediano, donde se estima que el 70 % de los niños de 10 años no pueden comprender un texto simple. Antes de la pandemia esta tasa era del 57 por ciento, de acuerdo con el documento.
En tal sentido se advierte que la generación actual de estudiantes se arriesga a perder 21 mil millones de dólares (en valor actual) de ingresos potenciales a lo largo de la vida, o el equivalente al 17 % del PIB mundial de hoy en día, en comparación con los USD 17 billones estimados en 2021.
Esto ha sido provocado por los cierres de escuelas prolongados, la escasa eficacia de las medidas de mitigación y las alteraciones en los ingresos de los hogares tuvieron el mayor impacto en la pobreza de aprendizajes en América Latina y el Caribe: el 80 por ciento de los niños en edad de terminar la escuela primaria no pueden comprender un texto simple, cifra superior a la tasa de alrededor del 50 % registrada antes de la pandemia.
El informe, se señala también que, incluso antes de la COVID-19, la crisis mundial del aprendizaje era más profunda de lo que se pensaba previamente. La tasa promedio mundial de pobreza de aprendizajes antes de la pandemia, que se estimó en 53 % para 2015, era aún mayor, ya que los datos actualizados y revisados revelaron que el 57 % de los niños de 10 años de los países de ingreso bajo y mediano no podían leer y comprender un texto simple, que es la forma de medir la pobreza de aprendizajes.
El informe sostiene que la pobreza de aprendizajes se ha mantenido estancada en este período en ciertas regiones, como América Latina y el Caribe y África subsahariana, para las que existen datos temporalmente comparables. Este punto pone de manifiesto que volver a la situación previa a la COVID-19 no asegura el futuro de los niños del mundo: se necesita una rotunda recuperación y aceleración del aprendizaje.
Antes de la COVID-19, la crisis mundial del aprendizaje era más profunda de lo que se pensaba previamente. La tasa promedio mundial de pobreza de aprendizajes antes de la pandemia
La crisis se profundiza para los sectores más pobres de la sociedad y sobre todo aquellos con una alfabetización básica menos desarrollada “Los niños con una alfabetización básica más frágil antes de los cierres de las escuelas tienen más probabilidades de haber sufrido pérdidas de aprendizaje más significativas”.
Una respuesta urgente y conjunta
Lograr una recuperación en la educación es un trabajo conjunto de todos los sectores de la sociedad, quienes tienen que hacer esfuerzos conjuntos y acelerados “requieren de un compromiso político sostenido a nivel nacional, desde los niveles políticos más altos hasta todos los miembros de la sociedad”.
Foto UNICEF
De acuerdo con el informe el compromiso debe traducirse en medidas concretas a nivel nacional y subnacional, con una mejor evaluación del aprendizaje para subsanar la enorme carencia de datos, establecer objetivos claros de los avances y elaborar planes basados en pruebas para la recuperación y aceleración del aprendizaje.
Para ello propone una serie de acciones inmediatas tales como realizar evaluaciones regulares de los niveles de aprendizaje, acercarse a todos los niños y mantenerlos en la escuela, priorizar la enseñanza de los conocimientos básicos,incrementar la eficiencia de la instrucción, por ejemplo, mediante programas de aprendizaje de recuperación, desarrollar la salud y el bienestar psicosociales.