La economía latinaomericanay del Caribe logrará salir de su peor caída en 120 el próximo año y crecerá 3.7 saliendo del hueco en el que la sumió la pandemia este año 2020, cuando en conjunto registró un desastroso -7.7 el peor desempeño expresó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica Para América Latina (Cepal) Alicia Bárcenas, quien hizo un llamado a los países a respaldar este crecimiento con una mayor generación de empleos.
Por otro lado, la región Centroamericana crecerá en su conjunto 3.8 por cieto de los cuales la economía nicaragüense será la de menor recimiento con 1.3 por ciento, todavía debajo de Haití que crecerá el 2.0 por ciento, según la Cepal. No obstante, este crecimiento para Nicaragua, refleja que el camino a la recuperación será sumamente difícil ya que, según estima el Banco Central, en los próximos años (2021-2025) con un crecimiento promedio del 2 por ciento, no se alcanzará el crecimiento registrado en 2017.
Panamá, después de tener la peor caída este año, con -11 por ciento, será el país de la región con el mayor crecimiento en 2021 con 5.5 por ciento, seguido de República Dominicana, con 5.0 y Honduras con 4.5, “para el 2021 se espera una tasa de crecimiento del PIB positiva que refleja fundamentalmente un rebote estadístico pero la recuperación del nivel de producto pre crisis será lenta, se alcanzaría recién hacia el año 2024”, destaca el organismo.
No obstante esta recuperación regional, Bárcenas advierte que solo será el 44 por ciento del nivel de crecimiento que la región logró antes de la pandemia, “la contracción en 2020, la peor en 120 años, que se suma a una trayectoria de bajo crecimiento desde 2014 y la región enfrenta una década perdida”.
En la región más desigual del mundo, la pandemia dejó al descubierto los grqaves desequilibrios estructrurales, sostiene la secretaria ejecutiva de la Cepal “la pandemia ha magnificado históricos problemas estructurales: desigualdad, limitado espacio fiscal, baja productividad, alta informalidad, fragmentación de la salud y la protección social”.
Es por eso que insiste que una de las prioridades en la recuperación tiene que ser enfocado en el apoyo a las familias más vulnerables, mejorando los ingresos de la población.
Combinación de acciones
Lograr la recuperación de las economías es una combinación de acciones, asegura Bárcenas, ya que no se puede solucionar un problema sin solucionar otros que explican la crisis, “para evitar que la región persista en su dinámica de bajo crecimiento se requiere de políticas fiscales y monetarias activas junto con políticas ambientales e industriales que permitan las transformaciones estructurales que requiere la región y promuevan un desarrollo sostenible”.
En este sentido la Cepal considera que si bien el próximo año el crecimiento será positivo, la recuperación de las economías podría darse hasta en el 2024.
En este contexto se observa, según la Comisión un incremento en los niveles de desempleos los cuales cerrarán en 10.7, aunque si se compara con el nivel de participación laboral de 2019 “la tasa de desempleo total sería de 18,5 por ciento y la femenina sería del 22,2 por ciento”.
Finalmente el organismo aclara que todas estas proyecciones estarán dadas por la incertidumbre ya que no hay certeza del avance en el control de la pandemia “sobre la intensidad y propagación de la segunda ola de contagios y sobre la agilidad para producir y distribuir las vacunas particularmente en las economías en desarrollo”.
Crece la deuda externa de Nicaragua
En el caso de Nicaragua otra variable que muestra preocupación es el crecimiento de la deuda externa, la cual según este organismo “al cierre del primer semestre del año ascendió a 7.517 millones de dólares, equivalente a más del 60% del PIB, frente al 57,2 por ciento al cierre de 2019. La deuda externa, que representa actualmente el 85,1% de la deuda pública, alcanzó los 6.393 millones de dólares al cierre de junio (en comparación con el dato de diciembre de 2019 de 6.279 millones de dólares, que representó el 88,3% de la deuda pública)”.
Este organismo también estima que el cierre del 2020 dejará un incremento en el déficit público “como consecuencia de una disminución en los ingresos públicos y de un mayor gasto en salud derivado de la atención a la pandemia, al cierre de 2020 el déficit del gobierno central antes de donaciones, como proporción del PIB, sería mayor que el registrado en 2019 (en torno al -1,3 por ciento en 2020 frente al -0,4 por ciento en 2019); después de donaciones el déficit sería del 1,2 por ciento (superávit de 0,3 por ciento en 2019)”.
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