GirosNi
La recuperación de la economía, no será igual para los países del mundo, destaca el Banco Mundial quien critica la desigualdad en la vacunación.
El organismo alerta sobre el crecimiento en los niveles de endeudamiento de los países, principalmente en los de menos ingresos
La población pobre y vulnerable del planea es la que ha resentido más los efectos de la pandemia del Covid-19 y la crisis económica que ha provocado, según indica el Banco Mundial en un reciente informe en el que destacan una recuperación económica y el acceso desigual a las vacunas, así como importantes pérdidas de ingresos y disparidad en elaprendizaje de millones de niños y adolescentes en el mundo.
De acuerdo con este informe, la pandemia supone un importante retroceso en los esfuerzos en la lucha por erradicar la pobreza extrema y reducir la desigualdad.
“Debido a la COVID-19, la pobreza extrema aumentó en 2020 por primera vez en más de 20 años y alrededor de 100 millones (i) más de personas viven con menos de USD 1,90 al día”, indica el informe.
Vacunación desigual
Uno de los grandes problemas para el desarrollo es el acceso desigual a las vacunas. De acuerdo con el BM, un poco más del 7 por ciento de las personas en los países de ingreso bajo han recibido una dosis de las vacunas en comparación con más del 75 ciento las han recibido en los países de ingreso alto.
No obstante el problema no se limita al acceso a la vacuna, sino también a la infraestructura necesaria para garantizar la entrega y distribución exitosas “la pandemia ha expuesto —más que nunca— las deficiencias de muchos sistemas de salud, que ahora enfrentan el doble desafío de responder al brote y mantener servicios esenciales que salvan vidas. También muestra que los sistemas de salud sólidos son la base de la preparación para casos de pandemia”, indica el informe
Una recuperación dispareja
En este contexto, también salta a la luz la enorme brecha en la recuperación económica, la cual es desigual entre las economías de ingresos altos y las de ingresos bajo y mediano, así como la forma de enfrentar el cambio climático.
Según el estudio Perspectivas económicas mundiales, del BM, la economía mundial crecerá un 5,6 porciento en 2021 (el mayor ritmo después de la recesión en 80 años), sin embargo destacan que la recuperación será desigual. Las economías de ingreso bajo crecerán solo un 2,9 por ciento en 2021, el crecimiento más lento de los últimos 20 años, con respecto a 2020, en parte debido al lento ritmo de la vacunación. Sin embargo estos datos serán revisados en enero de 2022, según indica el organismo financiero.
Por otro lado la desigualdad en la recuperación se torna bastante evidente cuando se trata de las pérdidas de ingresos.
Durante 2020, se dio una importante pérdida de ingresos en todos los niveles de ingresos, pero para la población más pobre esta disminución fue del 20 por ciento, lo cual en 2021, disminuyeron aún más, mientras que los más ricos han comenzado a contener la tendencia. Esto se debe a que el 40 por ciento más pobre no ha comenzado a recuperar sus pérdidas de ingresos. La disminución de los ingresos se ha traducido en alrededor de 100 millones más de personas que viven en la pobreza extrema.
No es de extrañar que los hombres y las mujeres han vivido la crisis de maneras muy diferentes. Un examen de datos realizado por el Banco y otros asociados muestra que las mujeres han sufrido mayores pérdidas que los hombres en términos de empleo, ingresos y seguridad.
El comercio, podría ser la esperanza
La caída en el comercio internacional ha tenido una importante inciencia en el aumento de la pobreza, afirma el BM, que destaca qu hay una brecha entre el comercio y la reducción de la pobreza y los países de ingreso bajo y mediano “casi duplicaron su participación en las exportaciones entre 1990y 2017, período en el que se redujo la pobreza extrema”.
Al mismo tiempo, este organismo alerta sobre los elevados niveles de deuda externa como resultado de la pandemia, durante la cual, lo flujos de financiamiento han aumentado considerablemente.
Las cargas de la deuda en los mercados emergentes y las economías en desarrollo han aumentado durante la pandemia. El desafío se agudiza en los países de ingreso bajo: la mitad de ellos estaban en una situación crítica causada por el sobreendeudamiento o en alto riesgo de estarlo antes de la aparición de la COVID-19. Esto se produce después de una década en la que se ha observado la expansión más rápida, más grande y más amplia de los niveles de deuda en todo el mundo, según el informe Perspectivas económicas mundiales.
Cuando los responsables de las políticas en los mercados emergentes y las economías en desarrollo buscan avanzar de la respuesta a la pandemia a la recuperación, deberán tener cuidado de no retirar prematuramente el apoyo fiscal y tratar de aumentar la eficiencia del gasto público, al tiempo que equilibran la necesidad de sostenibilidad de la deuda.
Sin embargo, la carga de la deuda se hará sentir mucho tiempo después de que desaparezca el virus, cuando aumenten los costos del servicio de la deuda, desacelerando la recuperación y dificultando los esfuerzos para enfrentar otros desafíos del desarrollo, incluido el cambio climático.
La vigilancia de la deuda mundial hoy depende de una combinación de bases de datos con diferentes normas y definiciones. Estas bases de datos tienen grandes brechas: el informe muestra que los registros disponibles públicamente sobre el volumen de la deuda de los países de ingreso bajo dan lugar a variaciones que pueden alcanzar hasta el 30 % del PIB de un país debido a las divergencias en las definiciones y normas de las bases de datos locales e internacionales.
"Lograr una mayor transparencia de la deuda es un paso vital en el proceso de desarrollo. Facilita la realización de inversiones nuevas de alta calidad, reduce la corrupción y permite la rendición de cuentas", indicó presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass.
Comments