Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de Cepal
La economía nicaragüense crecerá tres por ciento en 2022, según el último informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), publicado este miércoles 19de enero, después de registrar un crecimiento de 7.4 por ciento en 2021, el más bajo de la región centroamericana, solo superior al crecimiento de Costa Rica, que fue de 5.5 por ciento, en un contexto marcado todavía por la pandemia del Covid 19 y sus variantes y una marcada desaceleración económica. Centroamérica registró un crecimiento de 6.7 por ciento.
En este contexto, la Cepal destaca la concentración de vacunas en los países de mayores ingresos quienes son los que han acaparado la mayor cantidad de vacuna, pese a tener la menor cantidad de población. La Unión Europea, los Estados Unidos, el Reino Unido, el Canadá y el Japón concentraban en noviembre de 2021 el 39 por ciento de los compromisos de compra de vacunas, a pesar de contar con el 12,9 por ciento de la población mundial.
Economía baja el ritmo
La economía latinoamiericana registrará este 2022 una marcada desaceleración según indica el organismo que estima de forma preliminar que este año 2022, crecerá el 2.1 por ciento despúes de haber crecido 6.2 por ciento el año pasado.
“Esta desaceleración sucede en un contexto de importantes asimetrías entre los países desarrollados, emergentes y en desarrollo sobre la capacidad de implementar políticas fiscales, sociales, monetarias, de salud y vacunación para una recuperación sostenible de la crisis desatada por la pandemia de COVID-19”, indica el informe.
De hecho el escenario planteado por la pandemia aumenta la incertidumbre de la economía regional prevaleciendo una baja inversión, productividad y lenta recuperación del empleo, persistencia de los efectos sociales provocados por la crisis, menor espacio fiscal, aumentos en las presiones inflacionarias y desequilibrios financieros.
“La desaceleración esperada en la región en 2022, junto a los problemas estructurales de baja inversión y productividad, pobreza y desigualdad, requieren que reforzar el crecimiento sea un elemento central de las políticas, al tiempo que se atienden las presiones inflacionarias y riesgos macrofinancieros”, expuso la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
Empleos no se recuperaron
La crisis económica se expresó también con particular fuerza en la pérdida de empleos, los cuales pese al crecimiento de las economías en 2021, la tasa de recuperación va a la saga del crecimiento. Según el estudio de Cepal en el 2021, más de un 38 por ciento de los trabajos ocupados por mujeres que se destruyeron durante la crisis no se recuperaron. En el caso de los hombres este número es un 21 por ciento.
Esto refleja un mayor impacto de la crisis en las mujeres que en los hombres. No obstante se prevé una ligera recuperación del empleo, de acuerdo con este organismo que cifra en un 12.4 por ciento el desempleo en las mujeres y de 10.2 por ciento en los hombres para un promedio de desempleo del 11 por ciento.
Más inflación
Otro de los temas de muchas preocupación para los países de la región es el de la inflación la cual está golpeando las economías familiares debido al alza en los precios de los productos y servicios.
De acuerdo con estudio de Cepal en 2021 se registraron presiones inflacionarias en la mayoría de los países de la región, lideradas por aumentos en los alimentos y la energía (la inflación llegó al 7,1 por ciento promedio a noviembre, excluyendo a Argentina, Haití, Surinam y Venezuela), y se espera que estas persistan en 2022. Dn tal sentido agrega que los bancos centrales anticipan que los niveles de inflación se mantendrán por encima del rango meta establecido, aunque tenderán a converger a estos hacia finales de 2022, o comienzos de 2023. Nuevamente el precio de la energía y de los alimentos en los mercados internacionales, así como la evolución del tipo de cambio, serán fundamentales para explicar la dinámica futura de los precios.
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