El organismo estima que Nicaragua crecerá 3 por ciento en 2023
El Banco Mundial prevé una disminución en las proyecciones de crecimiento de la economía mundial, bajando del 3.1 en 2022 a 2.1 este año “el crecimiento mundial se ha desacelerado marcadamente y el riesgo de que surjan tensiones financieras en los mercados emergentes y economías en desarrollo (MEED) se está intensificando, en un contexto de altas tasas de interés mundiales”, indica el organismo financiero.
En el caso de América Latina, el panorama es similar ya que “se prevé que el crecimiento se reducirá al 1,5 % en 2023 y luego se recuperará hasta alcanzar el 2 % en 2024”, según el último informe Perspectivas económicas mundiales, publicado la semana pasada.
Las proyecciones de este organismo para Nicaragua este 2023 son de 3 por ciento,un descenso con respecto al 2022 cuando la economía creció 4.1 por ciento. Para el 2024, el BM estima que el país crecerá 3.4 por ciento.
Agrega el informe que por el momento, las tensiones bancarias en las economías avanzadas solo han tenido efectos negativos limitados en los mercados emergentes, cuyos países “están navegando en aguas turbulentas”. Destaca que las condiciones crediticias mundiales son cada vez más restrictivas, uno de cada cuatro MEED ha perdido acceso a los mercados internacionales de bonos. La presión es especialmente grave en el caso de los MEED con vulnerabilidades subyacentes, como una baja capacidad crediticia. Las proyecciones de crecimiento de estas economías para 2023 son menos de la mitad de las previstas hace un año, lo que las hace sumamente vulnerables a conmociones adicionales.
De acuerdo con el comportamiento de las economía regionales se prevé que el crecimiento en la región de América Latina y el Caribe se desacelerará aún más en 2023 hasta un 1,5 %, previéndose que el escaso crecimiento en las economías avanzadas incidirá en la demanda de exportaciones, mientras que es probable que las políticas monetarias restrictivas que se sigan aplicando en esas economías y la inflación interna persistentemente alta impidan cualquier mejora sustancial de las condiciones financieras a corto plazo, indica el BM.
Las explicaciones para esta desaceleración En 2022 el crecimiento de las principales economías latinoamericanas están referidas a una menor demanda externa así como a las restricciones en las políticas monetarias. Durante el cuarto trimestre de 2022, según el organismo financiero,la Argentina y Brasil experimentaron una contracción, mientras que otras economías registraron un crecimiento más leve. Esta desaceleración se traslada al crecimiento proyectado para 2023. Durante el primer trimestre del año en curso, la actividad del sector privado ha mostrado poco crecimiento pero que va en aumento, mientras que la confianza de los consumidores ha sido despareja en la región, no obstante los precios de los principales productos básicos de exportación se han recuperado parcialmente tras las caídas producidas a fines de 2022.
Situación difícil para las economías
Economías en riesgo afirma Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial, “la economía mundial se encuentra en una situación precaria”
Explica que hay una serie de factores que inciden en esta privisión asegurando que incluso el comercio exterior se verá afectado “excepto en Asia oriental y meridional, estamos muy lejos de alcanzar el dinamismo necesario para poner fin a la pobreza, contrarrestar el cambio climático y reponer el capital humano. En 2023, el ritmo de crecimiento del comercio descenderá a menos de un tercio del que se registraba en los años anteriores a la pandemia”
Por otro lado considera que no hay que perder de vista el factor de la deuda externa de los países “en los mercados emergentes y economías en desarrollo, la presión de la deuda está aumentando debido al aumento de las tasas de interés. A raíz de deficiencias fiscales, muchos países de ingreso bajo ya han caído en un sobreendeudamiento. Mientras tanto, las necesidades de financiamiento para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible son mucho mayores que, incluso, las proyecciones más optimistas en materia de inversión privada”.
Por s parte Ajay Banga, presidente del Grupo Banco Mundial, si bien se muestra cauteloso en cuanto a la creación de empleos y el repunte económico, considera que es posible revertir esta tendencia “es importante tener presente que las previsiones del crecimiento no representan un destino inexorable. Tenemos la oportunidad de invertir la tendencia, pero todos debemos trabajar juntos para lograrlo”.
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