Si bien todos los organismos financieros y económicos internacionales están apuntando a una leve recuperación de las economías en el mundo, la velocidad de la misma diferirá de región en región, e incluso para los países menos desarrollados, la recuperación podría llegar más lento de lo que parece, según lo indica el Banco Mundial, en su reciente informe Perspectivas de la Economía Mundial.
“Si bien la economía mundial parece haber entrado en una recuperación moderada, los encargados de la formulación de políticas se enfrentan a desafíos enormes —en materia de salud pública, gestión de la deuda, políticas presupuestarias, banca central y reformas estructurales— al tratar de asegurar que esta recuperación mundial, aún frágil, cobre impulso y siente las bases de un crecimiento robusto”, afirmó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
En el caso de Nicaragua, este organismo mantiene una cifra negativa en elcrecimiento de la economía, -0.9 por ciento, par mostrar una leve recuperación en 2022 de 1.2 por ciento.
Sin embargo el organismo sostiene que el impacto de la pandemia será menor de lo que en un principio se había estimado “debido principalmente a que la contracción de las economías avanzadas ha sido menos pronunciada de lo previsto, y a que la recuperación en China ha sido más sólida de lo anticipado”.
En América Central, se espera una recuperación del crecimiento, al 3,6 por ciento, este año, con el respaldo de un mayor ingreso de remesas y una demanda de exportación más sólida, así como la reconstrucción después de dos huracanes.
El BM destaca una serie de riesgos que la región debe enfrentar este año tales como el hecho que “el ritmo de actividad podría disminuir por varios factores, entre ellos, la imposibilidad de contener la pandemia, problemas relacionados con la deuda y el financiamiento externo, el resurgimiento de tensiones sociales, daños económicos ocasionados por la pandemia cuya gravedad no se previó, y perturbaciones relacionadas con el cambio climático y los desastres naturales.
La clave para una mayor recuperación será la vacuna
De acuerdo con el último informe del Banco Mundial, Perspectivas económicas mundiales, En un escenario negativo, en el que los contagios sigan aumentando, tal y como reflejan las tendencias en los últimos días, y se retrase la distribución de las vacunas, la expansión mundial podría limitarse al 1,6 por ciento en 2021. Pero por otra parte, en un escenario optimista, con un control exitoso de la pandemia y un proceso de vacunación más rápido, el crecimiento mundial podría acelerarse hasta casi el 5 por ciento.
De acuerdo con el BM Estados Unidos podría este año un 3.5 por ciento, después que su economía cayera en -3.6 por ciento en 2020, mientras que para la zona Euro, el crecimiento este año se estima en3.6 por ciento, después de una considerable caía de -7.6 en 2020.
En cuanto a las economía emergentes, o en desarrollo, exceptuando China, se espera un crecimiento expandan un 3,4 por ciento en 2021, tras haber caído al -5 % en 2020. Entre las economías de ingreso bajo, como Nicaragua por ejemplo, se prevé que la actividad aumente un 3,3 por ciento en 2021, tras una contracción del -0,9 por ciento en 2020.
Deuda externa y Covid-19
Uno de los riesgos que trae aparejada la pandemia del Covid-19 es el del incremento de la deuda externa lo cual podría frenar el crecimiento a largo plazo si no se toman medidas a tiempo para evitarlo, tales como “reforma concertadas; y los riesgos asociados a la utilización de programas de compra de activos como instrumento de política monetaria en los mercados emergentes y las economías en desarrollo”.
De acuerdo con el último informe de deuda publicado por el gobierno, Nicaragua acumula al30 e setiembre del año 2020, una deuda externa de US$ 6, 535.3 millones, que junto con la deuda interna suman US$7,516.5 millones en total, que constituye el 57 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“La pandemia ha exacerbado enormemente los riesgos de la deuda en los mercados emergentes y las economías en desarrollo; es probable que las débiles perspectivas de crecimiento aumenten aún más la carga de la deuda y erosionen la capacidad de servicio de la deuda de los prestatarios”, aseguró Ayhan Kose vicepresidente interino de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Banco Mundial, quien hizo un llamado a la comunidad internacional para evitar que se vuelva a generar una nueva crisis de deuda, “Como ocurrió en el pasado con otras crisis graves, se espera que la pandemia deje efectos adversos de larga duración en la actividad mundial”.
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